miércoles, 29 de septiembre de 2010

Lluvia II

Lluvia para vivirla sin paraguas, alzar la cara al cielo con los ojos cerrados, los brazos abiertos.

Lluvia que con sus gotas van recorriendo cada surco de piel de nuestro cuerpo.

Lluvia que arrastra la suciedad, lo impuro, lo nefasto.

Lluvia que al recibibirla con las palmas abiertas sientes la fuerza de la misma en el centro, generando y renovando energías.

Lluvia.... Lluvia....

sábado, 25 de septiembre de 2010

Sábado.

Bocinas y trompetas estridentes
vuelven aturdidas y locas a las mentes
haciendo que algún corazón doliente
grite del balcón al mundo cómo se siente.

Cubos de cinco litros de agua aparcados
más por miedo que por hacer algo sensato
Licor de Chocolate sale al rescate
induciendo oníricos viajes
¿A algún sitio concreto? No...
sólo viajes a ninguna parte.

El corazon solitario se libera de lastres
de viejos papeles y objetos
que traen al presente recuerdos
que dolor a veces puedan ocasionarle.

Sabor agridulce
Oído risueño
Tacto adormilado
Olor almizcleño
Visión expectante ante los nuevos huecos ahora reinantes

¿De qué se llenarán?
Sólo la Diosa Fortuna sabrá
o el Sino,
o el Destino,
o quien sea ¿Qué más da?

Recientes capítulos que cuestan tajantemente cerrar
Justicia ejercida a una misma
valor ante nuevos pasos a abordar
Papel en blanco que vale la pena admirar
Caminos con diferentes paisajes a contemplar

¿Lodos y ciénagas... marismas?
¿Es acaso aquello que se va a encontrar?
Disfrutar conscientes de los matices del tacto del barro
buscando rocas o piedras sobre las que los pies posar
es la postura más sensata que se puede adoptar
al disponerse a, el camino de balsosas amarillas.... adoquinar.