domingo, 2 de mayo de 2010

CUITAS A LA LUZ DE LA LUNA LLENA.

Érase que se era
una maravillosa y muy resuelta,
que con sus hermanas mariposas
volaba dando mil cabriolas y volteretas.

Mas una noche despejada
se acercó a conversar con la Luna Llena
pues no muy atrás le arrobó la belleza
brillante y distante de cierta Estrella.

- Oh bella Luna
- le dijo con vergüenza -
Sé que nosotras somos pequeñas,
que posiblemente no te aflijan nuestras penas.
Mas quizá tú sí sepas
ya que de la noche eres Reina
¿Cuándo a mi hermosa Estrella
podré ver... estar con ella?

La Luna miró a la Tierra con sus gafas de leer
y sonrió ruiseña a este pequeño ser,
de esos mil colores que admiraba ver
en algunos paisajes cuando salía al atardecer.

- Aún es pronto para saberlo, Mariposa Bella
para que puedas al fin reunirte con tu admirada Estrella.
La distancia es grande, el camino es duro,
y aún no habéis sucumbido completamente al embrujo.

- Entonces de nada sirve que hacia ella intente volar
pues en un amor imposible esto al final se convertirá.

- No desfallezcas, Mariposa Tierna
pues no hay amor imposible que habite en la Tierra
De los amantes depende que se desvanezca
de si son valientes, fuertes, resistentes...
y en su amor vuelquen una Fe ciega.

- Entonces, mi querida Luna Llena
¿Cuánto me falta para poder estar con ella?

- Queda poco, Mariposa Pizpireta
sólo te falta con fuerza sentir
que ni un solo deseo te resta por cumplir
más que darle un beso a tu Estrella.

- Gracias Luna Eterna
por tus palabras sinceras
ahora he de volar por el bosque
y soñar... con mi Estrella.

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