lunes, 1 de marzo de 2010

Fluyendo...

A veces, cuando presiento que me estoy enamorando, tengo una consciencia distinta de mi cuerpo, de la realidad.

Como si de humos me hubiese emborrachado, siento que el tiempo es elástico, que se estira. Mis impresiones sobre las cosas que me acontecen cada día se me antojan ahora extrañas y se descubren ante mí con una perspectiva asombrosamente maravillosa. Es entonces, en ese preciso instante, cuando me pregunto cómo si siendo tan obvio, si siendo tan claro, tan perfecto, tan redondo, no lo había visto así antes. Con esa simplicidad tan maravillosa que lo explica todo...

Por un momento, todas las piezas del puzzle de la vida encajan, tienen sentido. Por un momento, siento una enorme paz. Serenidad. Nada hay que arreglar, nada hay que cambiar. Todo es perfecto.

(07/07/07)

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